La crisis sanitaria generada por la COVID-19 invita y obliga a replantear la manera de trabajar desde muchos puntos de vista. Somos muchos profesionales en el ámbito sanitario afectados por la imposibilidad de relacionarnos y seguir tratando a nuestros pacientes de forma presencial.

En NUNTIA ya trabajábamos desde hace tiempo como nutricionistas online. Decidimos llegar a un tipo de público que no tenía acceso a nuestros servicios presenciales. El lugar de residencia (en otros países o comunidades autónomas), la falta de tiempo para desplazarse (semanalmente) hasta nuestra ubicación o la comodidad de hacerlo desde casa o desde donde cada cual desee conectarse, son algunos de ellos. Cuando se plantea un tratamiento dietético basado en la comunicación entre nutricionista y paciente, no es verdaderamente tan importante que el cara a cara sea entre pantallas o sentados a la mesa de la consulta. El valor real está en la comunicación entre ambos, en establecer la cercanía y la confianza que hacen que todo funcione. La telenutrición o teledietética surge de este modo. Es una necesidad de comunicarse online o virtualmente para manejar una serie de objetivos comunes entre la dietista-nutricionista y la persona asesorada.


¿Se puede llevar a cabo un tratamiento dietético efectivo a través de la telenutrición o teledietética? Por supuesto que sí, tan efectivo como un tratamiento presencial, aunque la ciudadanía no está del todo preparada o acostumbrada a llevar a cabo este tipo de servicios de manera virtual. Las plataformas digitales, los dispositivos electrónicos, móviles, tablets, ordenadores personales, se reinventan continuamente para satisfacer estas necesidades. Cada vez se utilizan más y se abren paso rápidamente.

Son ya 6 semanas de confinamiento debido al estado de alarma generado por la pandemia de coronavirus. En este tiempo, podemos afirmar que los y las pacientes que han permanecido con sus tratamientos dietéticos activos, haciendo uso de su nutricionista online, siguen haciendo progresos y día a día se encuentran más cerca de las metas planteadas. A muchos pacientes les ha llegado el estado de alarma recién empezados y otros llevan su tratamiento a medio largo plazo. Lamentablemente, muchos de ellos y ellas optaron por aparcar sus objetivos dietético-nutricionales pensando en reengancharse más adelante. Alguna personas no han podido continuar debido a su situación personal, económica, o simplemente porque se veían incapaces de poder manejar la situación alimentaria en dichas circunstancias. Si la figura del dietista-nutricionista estuviera incluida dentro del organigrama de los profesionales sanitarios de sistema público, la situación sería muy distinta para la ciudadanía.

De todo se aprende, y somos de la opinión que es fundamental aprender a manejar y a adaptar la alimentación a cualquier circunstancia que sobrevenga. Desarrollar esa capacidad de adaptación del patrón alimentario a las circunstancias, nos hace aprender muchísimo y, entre otras cosas nos convierte en personas con una manera de alimentarnos más libre, autónoma e independiente.

Reflexionando un poco e intentando ver todo lo que conlleva esta crisis con algo de perspectiva, debo de insistir en una idea que siempre intentamos trabajar con nuestros pacientes: la clave está en Educar en Salud a través de la Alimentación. Disponemos de muchas herramientas para poder hacerlo, todo son facilidades. Pero a veces nos perdemos en el aparataje, cuando podemos simplificarlo todo en una frase. ¿Estamos dispuestos o estamos preparados para Educar y Ser educados en Salud?

Nos sentimos muy muy cómodos nuestra zona de confort. Conscientes de son necesarios cambios en las rutinas para que nuestras vidas sean más saludables, en general, el hecho de tener que hacer cambios obligados, produce una pereza que debe ser desactivada una sobredosis de motivación primero y, luego, perseverancia. La mortalidad por corona virus está disparada en personas con problemas de salud de tipo cardiovascular, diabetes e hipertensión, también otros y, todos ellos son problemas de salud con los que esas personas no han nacido, si no que han sido causados por el estilo de vida, en su mayoría. Esas situaciones en su salud son causa directa de muerte, no hay más que ver las estadísticas de mortalidad en la población española https://www.epdata.es/datos/mueren-espanoles-causas-muerte-datos-estadisticas/241/espana/106 , pero resulta que además son personas más vulnerables o grupos de riesgo frente a otras enfermedades, como la COVID-19.

El actual sistema de salud y las políticas de salud que se gestionan desde los organismos de poder están equivocadas. Se transmite que la salud se consigue poniendo parches a los problemas y que es mejor tomar un medicamento que intentar favorecer cambios en el estilo de vida de las personas que enferman.

En definitiva, somos víctimas de nuestro estilo de vida: del estrés, de la contaminación ambiental, de la comida poco nutritiva, del sedentarismo, etc. ¿Podemos hacer algo por cambiarlo? Claro, desde nuestra propia butaca, podemos tomar decisiones que nos hagan más responsables para con nuestra salud. Y ser consecuentes y coherentes con esas decisiones, cada día. Qué es difícil? Quién dijo qué es fácil? Tropezaremos una y otra vez en la misma piedra, pero eso nos hará más fuertes cada vez que nos levantemos. Vendrán pandemias y cosas peores, pero seremos más capaces de superarlas con salud y todos caminando en la misma dirección.

Refléxión de una nutricionista online, dietistas online, dietista-nutricinista online, muchas etiquetas que nos llevan al mismo sitio: alimentación inteligente, emocionalmente equilibrada y consciente.

Fecha: viernes 24, abril 2020